El próximo Congreso de Ingeniería Municipal, organizado por la Demarcación de Cataluña del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, incluirá una ponencia acerca de la regularización para el uso de vehículos de movilidad personal, que será impartida por Israel Díaz Hernández, Ingeniero Técnico de Obras Públicas y Jefe de Sección de Señalización, Obras y Proyectos de Señalización del Servicio de Movilidad Urbana del ayuntamiento de Zaragoza.
La convivencia de los vehículos de movilidad personal, ya sean privados o compartidos, con los medios de transporte tradicionales es uno de los desafíos de la administración. Para ello el Gobierno Zaragoza ha aprobado hace apenas unas semanas los pliegos que regirán la autorización de uso del dominio público para la explotación de los servicios de bicicletas (mecánicas y eléctricas) y motos (eléctricas) compartidas. Hasta el momento se habían otorgado autorizaciones aisladas a modo de prueba piloto, aunque el objetivo municipal es regular de manera específica esta alternativa de movilidad compartida, cuyo uso se está implantando en todas las grandes ciudades.
Estos pliegos son solo un paso más de cara a lograr una movilidad sostenible en la capital aragonesa, que durante los últimos años ha realizado distintas inversiones para ampliar su red de carriles para circulación de ciclistas, que suma más de 135 kilómetros, lo que supone un 12% de proporción de carril bici frente a longitud total de vías convencionales.
La ratio de carriles bici de Zaragoza está entre las más altas de las diez ciudades analizadas en un reciente informe sobre movilidad urbana de la Organización de Consumidores y Usuarios , lo mismo que su sistema de préstamo municipal de bicicletas y sus facilidades para aparcar seguro, aunque está un escalón por debajo de ciudades como Valencia, Sevilla o Barcelona.
Según la encuesta de OCU, los zaragozanos dan una nota de 62 sobre 100 a las condiciones para montar en bicicleta en su ciudad en la que aparte de las infraestructuras ciclistas, apuntan otros aspectos aún mejorables, como la intermodalidad con el transporte público o el tráfico en las calles.
El de la capital aragonesa es una ratio ligeramente inferior a la de ciudades como Bilbao, Sevilla, Valencia o Barcelona, pero muy superior al de otras grandes ciudades como Madrid, Las Palmas, Murcia o Málaga.
Además, el ratio de Zaragoza de bicis públicas de alquiler también está entre las más altas, lo mismo que su sistema de préstamo municipal de bicicletas (1,9 por cada 1.000 habitantes) y los sistemas de aparcamiento seguro (más de 13.000).
La gestión de las infraestructuras y servicios de transporte es una de las atribuciones de los ingenieros técnicos de obras públicas y los graduados en ingeniería civil, quienes juegan un papel fundamental para garantizar la movilidad tanto urbana como interurbana de los ciudadanos.
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